Fortalecimiento de la institucionalidad, creación y ampliación de programas sociales y un rol más participativo del Estado son parte de los ofrecimientos de Ávila.Equipo Político
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La meta, según el equipo del candidato, es presentar un plan de gobierno detallado a finales del mes de septiembre. Sin embargo, las líneas gruesas están definidas y la resumen con un objetivo: “poner en el centro la economía familiar”, según el coordinador del equipo, René León.
César Funes, jefe de campaña, asegura que la petición expresa de Ávila a los integrantes del equipo de plan de gobierno y de campaña fue “que diseñáramos un mecanismo en el que aseguráramos que, más que promesas vacías, realmente estuviéramos haciendo compromisos serios, basados en la realidad”, dice al recordar las reuniones que este equipo y el candidato están sosteniendo con grupos de profesionales y, ahora, con las mesas de consulta que han comenzado a conformase y a funcionar.
León, coordinador del equipo de plan de gobierno “País más justo”, hizo la lista de los temas que están analizando para hacer los ofrecimientos concretos en un par de meses: “El punto de partida es la generación de empleo con base a un acuerdo tripartito —con la empresa privada, trabajadores y Gobierno— con compromisos específicos”, recalcó al divulgar el primer factor de interés que también plantea la revisión de “propuestas específicas” para las remuneraciones de los trabajadores, sus beneficios sociales y también sus derechos.
“Estamos trabajando en cosas específicas en materia de inversión pública, vivienda de interés social, políticas sectoriales, propuestas de trabajadores en el exterior. Lo que estamos haciendo es un estudio técnico y sólido que no se sale de la plana de la libertad de mercado y la democracia”, agregó al explicar el trabajo de impulsar más los temas de interés social.
El equipo asegura estar embarcado también en una propuesta para enfrentar el alto costo de la vida, y para ello revisan el fortalecimiento de instituciones como la Superintendencia de Competencia y la Defensoría del Consumidor; la fiscalización del uso de los recursos públicos y otros temas importantes, la mayoría de ellos ligados al bolsillo de los salvadoreños.
Opción de cambio
Sin dejar de lado las propuestas de mejorar lo que, a su criterio, ya hizo bien este gobierno, Ávila insiste en que representa la opción de cambio en el país, a pesar de ser el candidato del partido que lleva cuatro períodos al frente del Ejecutivo. “Puedo enumerar cantidad de cosas que muestran el cambio”, dijo, y tomó uno de los ejemplos más arriesgados de la lista: “El mismo candidato de oposición dice que ‘los sectores de poder no quieren a Rodrigo Ávila’, él mismo lo ha dicho, está diciendo que yo sí soy distinto”, expresó el presidenciable arenero al separarse, con esta referencia, de sectores que, según la oposición política de izquierda, respaldan al partido de gobierno.
“No tengo, ni he tenido nunca, ningún compromiso con nadie. Nunca he hecho negocios ni componendas en virtud de mi gestión pública”, aseguró el candidato, enfatizando con estas aseveraciones las promesas de transparencia en la administración que él tendría a su cargo, de llegar a ganar la presidencia en 2009 y tomando distancia a las denuncias de corrupción que han salpicado a las administraciones areneras.
Ávila presentó como un logro de su candidatura las propuestas que ha hecho en su calidad de presidente del partido y candidato a presidente, y que han generado reacción inmediata para su aplicación.
Entre estas, el aumento al salario mínimo y la revalorización de pensiones —ofrecidas durante la concentración en el estadio Cuscatlán y que minutos después retomó el presidente de la República, Antonio Saca —, la propuesta de prohibir la pinta y pega en la campaña, la gratuidad de la educación a través de una reforma constitucional, entre otros ofrecimientos.
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